PIMEC echa una mano a las pymes y las personas autónomas con dificultades para recuperarse tras una crisis.
A pesar de que el programa Emppersona de la Fundación PIMEC nació a consecuencia de la crisis del año 2009, ha tenido continuidad a causa de la pandemia de la covid-19 y sus consecuencias.
La Casa dels Records de Ada Pujol es uno de los negocios que ha contado con su apoyo. “Debido a la pandemia, la tienda cayó en un agujero de pérdidas, incertidumbre y miedo del que pensaba que no saldría. Buscando ayuda llegué al programa Emppersona de PIMEC que me facilitó un psicólogo, para ayudarme a gestionar todo lo que estaba pasando, y píldoras formativas que me han ayudado a ponerme al día en redes sociales, gestión del tiempo, gestión emocional… Ha sido una experiencia muy positiva”, explica.
Perception Technologies es otro ejemplo de resiliencia empresarial. Esta agencia con 20 años de experiencia en el sector de internet y las nuevas tecnologías vio cómo se paralizaba el 80 % de los proyectos que tenían en marcha y tuvo que buscar alternativas. Desarrolló varios productos innovadores, como un directorio de comercios municipales o una herramienta de pedidos por WhatsApp. “La crisis nos ha enseñado a mejorar nuestros procesos diarios y a confiar en el equipo y sus capacidades”, explica Jordi Moragas, director comercial de la empresa.
Con la resiliencia como meta, el programa Emppersona trabaja para que las personas y las micros, pequeñas y medianas empresas con problemas se liberen de sus ansiedades y dificultades económicas.
Un programa de siete pasos
Esta iniciativa empieza con un plan de acogida y de trabajo que valora y diagnostica cada caso de manera individualizada. El siguiente paso se centra en el apoyo psicoemocional, para ayudar a recuperar el equilibrio personal antes de arrancar, resolviendo las dudas y superando los miedos derivados de la situación y el estrés.
Los empresarios y empresarias inician el programa con píldoras formativas, asesoramiento empresarial y networking profesional. También se orienta y se acompaña a los y las participantes en la aplicación del mecanismo de la Ley de Segunda oportunidad, estudiando la viabilidad y las posibilidades de acceder. El ciclo se cierra con el seguimiento posprograma y la evaluación, que ofrece una revisión periódica y una mentoría empresarial para generar propuestas de mejora.
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