Aunque todavía no se tienen datos de este año, los autores del Informe GEM 2019-2020 consideran que la iniciativa empresarial y el aumento del tamaño de las empresas forman un buen tándem para salir de la crisis.
“El emprendimiento es una buena opción para salir de la crisis en épocas complicadas”. Así lo explicaba Joaquim Ferrer, secretario de Empresa i Competitivitat de la Generalitat de Catalunya, durante la presentación del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) en Cataluña 2019-2020 en el salón BIZBARCELONA. Este informe es un barómetro del emprendimiento en Cataluña, que se realiza en base a un modelo y una metodología compartida a nivel mundial desde hace veinte años.
En la misma línea se mostraba Carlos Guallarte, director del GEM Cataluña. Era consciente del impacto que tendrá la pandemia causada por la Covid-19 en el informe de 2020, pero consideraba que el emprendimiento de calidad y el aumento del tamaño de las empresas —emprendimiento no entendido como autoocupación— sería un buen motor para salir de la crisis.
Conseguir el reconocimiento del emprendimiento
Tanto Ferrer como Guallarte coincidían también en que el emprendimiento aún no se percibe como una oportunidad y creen que es donde deben centrarse los esfuerzos de las administraciones. En 2019, un 58% de la población adulta catalana consideraba que el emprendimiento otorga estatus, respecto al 70% de los países de altos ingresos a nivel mundial.
“Persiste la percepción de que emprender no otorga estatus social y económico, aún está estigmatizado y tenemos que seguir trabajando”, afirmaba Guallarte. “Faltan modelos de referencia, se conocen pocos emprendedores”, añadía, por lo que consideraba fundamental el marketing de testimonio, la difusión de casos reales para que la gente se pueda inspirar de su experiencia.
La tasa de actividad emprendedora (TEA) de Cataluña en 2019 fue de 8,31%, 2,16 puntos superior a la española (6,15%) y algo más de un punto inferior a la europea (9,38%). La TEA es el porcentaje de personas de la población adulta que pone en marcha una empresa en el último año.
Los emprendedores consolidados —aquellas iniciativas empresariales de más de 3,5 años— representan el 6,79% de la población adulta de Cataluña, un valor superior al de España (6,31%) e inferior al de Europa (8,01%).
Desde el punto de vista del tamaño de la empresa, las empresas creadas sin trabajadores pasan del 59% el 2017 al 39% en el 2019; las de 1-5 trabajadores, del 34% al 46%; y las de 6-19 trabajadores, del 5% al 11%. Los responsables del estudio consideran que esta es una muy buena noticia. El incremento de la dimensión de las empresas implica que el emprendimiento es de mayor calidad —no hay tanta autoocupación— y al ser más grandes tienen más capacidad de innovar y de internacionalizarse. Aunque aseguran que aún queda margen de mejora, esta tendencia que se dibuja es positiva.
La paridad, mejorable
Respecto al género, aún hay más hombres emprendedores que mujeres. En el caso de emprendedores potenciales, hay casi paridad —el 49% de mujeres frente al 51% de los hombres— y en el grupo de los nuevos emprendedores, la diferencia es muy pequeña, 48% de mujeres y 52% de hombres. Los porcentajes se hacen más amplios en las empresas que están en fase naciente y en las que están consolidadas.
Fomentar la iniciativa pública, dar apoyo financiero tanto a las etapas iniciales como en el crecimiento, formación y educación de los jóvenes en el camino del emprendimiento y potenciar la calidad del emprendimiento son claves para que sea percibida como una buena opción profesional y económica.
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